Tenía una habitación enorme y alfombrada, camas grandes y un desayuno excelente. El baño era muy bueno, tenía una ducha, toallas de baño y toallas. Ubicación: el hotel estaba en las inmediaciones de un restaurante y del terreno y también de hermosos jardines.

La habitación era amplia, acogedora y bien aislada, lo que me encantó. Las camas eran muy cómodas. La ubicación del hotel era conveniente, cerca del aeropuerto, rutas de senderismo y la plaza principal, en una zona tranquila.

Un lugar impecable y una ubicación maravillosa. Dormitorio grande, cama super cómoda y baño bonito. Pasamos un tiempo relajante...

El wifi era lento.

Nos hospedamos en un alojamiento cerca de la plaza principal, rodeado de hermosos jardines y en una zona tranquila de la ciudad. Nuestra habitación era amplia y con una vista impresionante de las montañas. El baño era sencillo pero limpio, con agua caliente disponible. El personal fue amable y servicial, brindándonos consejos sobre lugares para visitar y opciones de comida. El desayuno fue abundante y variado, con opciones para todos los gustos. Además, pudimos disfrutar de la tranquilidad y el encanto del lugar.

Encontramos que el alojamiento carecía de algunos detalles que hubieran mejorado nuestra experiencia, como la falta de televisión en la habitación.

Nos ha gustado estar aquí. El hotel era el lugar perfecto para, además gozaba de una zona preciosa, lo suficientemente cerca de las montañas, del centro de la ciudad y del centro. El personal era maravilloso y muy amable. Me dieron una habitación buena con un balcón, edredones, ventanas grandes para una estancia inolvidable. Probamos los panes, los cereales y la fruta, todo era delicioso. Se encontraba en una ubicación muy agradable al lado del Sitio arqueológico Pinkuylluna.

El lugar es hermoso, acogedor y céntrico. El personal es amable y servicial. Las instalaciones son lindas y el jardín es increíble. La comida es deliciosa y el desayuno preparado es un detalle maravilloso.

No se me ocurre nada.

Este hotel es un verdadero tesoro escondido en el corazón de la ciudad vieja. Su ubicación tranquila, junto a majestuosas montañas, lo convierte en un lugar perfecto para relajarse. Las habitaciones son espaciosas y cómodas, con espacio suficiente para tres camas. Además, el personal es amable y atento, proporcionando un servicio excelente. El desayuno, muy bueno.

Todo estuvo bien.